La proteína de Colza como alternativa a la proteína de soja

La importancia de la proteína en la dieta humana

En la nutrición humana las proteínas son imprescindibles para el correcto funcionamiento del organismo; son las encargadas de generar y mantener los tejidos.

Para una dieta equilibrada y saludable, los seres humanos necesitan proteínas, que contienen aminoácidos esenciales que no se pueden sintetizar en el cuerpo humano. La carne y el pescado son fuentes importantes de proteínas de alta calidad.

La proteína vegetal (Proteína de soja)

Sin embargo, son varios los argumentos que no están a favor del consumo de carne, iniciando por la considerable huella ecológica de su producción, hasta el maltrato animal de las granjas de producción.

Como alternativa, ciertas plantas también pueden proporcionar proteínas valiosas. La soja, por ejemplo, se considera la mejor fuente de proteína vegetal, ya que contiene una composición de aminoácidos particularmente beneficiosa.

Los usos de la soja en la industria alimentaria son variados y han sido ampliamente estudiados, desde su consumo en fresco o en grano seco y sus germinados, hasta productos más elaborados como leche, aceite, harina, tofu, miso y tempeh, o su consumo como proteína aislada. Sin embargo una de las preguntas que los investigadores están tratando de resolver es: ¿qué otra alternativa tenemos, a las fuentes actuales de proteína?

La proteína de colza como alternativa

Gabriele Stangl del Instituto de Ciencias Agrícolas y Nutricionales de MLU (Universidad Martin Luther Halle-Wittenberg) y su equipo de investigación, estudiaron la colza (Brassica napus), que tiene una composición de aminoácidos comparablemente beneficiosa y que podría ser una alternativa a la soja.

La colza también contiene fitoquímicos, compuestos químicos producidos por las plantas, que podrían tener efectos beneficiosos para la salud, según la investigación.

En comparación con la soja, la colza tiene otras ventajas: ya se está cultivando en Europa y los subproductos ricos en proteínas de la producción de aceite de colza podrían utilizarse como ingredientes para nuevos productos alimenticios. Estos subproductos se utilizan actualmente exclusivamente para la alimentación animal.

Cómo se desarrolló el estudio

El estudio contó con 20 participantes y buscaba entender el efecto de las proteínas de colza y soja ingeridas en el metabolismo humano.

Antes de las intervenciones, se pidió a los participantes que documentaran sus dietas durante unos días. Luego se les invitó a comer una comida preparada específicamente en tres días separados: fideos con salsa de tomate, que no contenían proteínas adicionales o estaban enriquecidos con proteína de soja o colza.

Después de la comida, se extrajo sangre de los participantes con regularidad durante un período de seis horas. Al utilizar este diseño de estudio, los investigadores lograron evaluar la respuesta metabólica aguda a los tratamientos dietéticos de cada participante del estudio.

Los principales resultados

El estudio demostró que la proteína de colza indujo efectos comparables sobre los parámetros metabólicos y los factores de riesgo cardiovascular como la proteína de soya. La colza incluso produjo una respuesta de insulina ligeramente más beneficiosa en el cuerpo.

Los participantes tuvieron una sensación de saciedad más prolongada después de comer la proteína de colza.

El único inconveniente identificado es que la proteína de colza, a diferencia de la proteína de soja, tiene un sabor a mostaza, por lo cual se vincularía de mejor manera a la producción de alimentos salados que a los dulces.

Fuente: https://www.mdpi.com/2072-6643/12/8/2270/htm